Eclampsia en el embarazo: Todo lo que necesitas saber

Portada del artículo Eclampsia en el embarazo: Todo lo que necesitas saber

La eclampsia es una complicación grave que produce convulsiones en la futura madre. Ocurre durante un embarazo de alto riesgo y es resultado de la elevación de la presión sanguínea en la mujer embarazada, conocida como preeclampsia.


Ante la aparición de los primeros síntomas de esta enfermedad se necesita un tratamiento inmediato para proteger la salud tanto de la madre como del bebé.

Síntomas de la eclampsia en el embarazo

Los síntomas fundamentales de la eclampsia son convulsiones, disminución de la conciencia y elevación de la presión sanguínea.

Es importante aclarar que dichas convulsiones no tienen relación con una enfermedad del cerebro. Es decir, no se producen por epilepsia ni otras afecciones similares, sino que son consecuencia directa de una preeclampsia complicada.

Convulsiones

Durante una convulsión la embarazada empieza a tener movimientos involuntarios en una pierna o brazo, que en pocos segundos se extienden a todo el cuerpo.

Puede virar los ojos, ponerse rígida, expulsar espuma por la boca y caer al suelo con pérdida del conocimiento.

En el transcurso de la crisis convulsiva es posible que emita sonidos en forma de gritos, sin posibilidad para hablar ni comunicarse con los demás. Esto comúnmente ocurre de forma rápida y sin aviso alguno.

Por eso, los especialistas generalmente indican ingreso hospitalario a las embarazadas con riesgo de convulsionar, como aquellas que ya tienen diagnóstico de preeclampsia grave. Así, de presentarse una convulsión en la gestante pueden tratarla de inmediato.

Disminución de la conciencia

Como resultado de las convulsiones aparecen disminución o pérdida de la conciencia. Durante ese estado la mujer no sabe de sí misma, ni del mundo que la rodea. Esto puede durar unos minutos.

Al recuperar la conciencia, la embarazada queda en un estado de somnolencia por al menos 1 hora.

En los casos graves la conciencia se pierde y la embarazada puede llegar a un sueño profundo llamado coma, requiriendo ingreso y monitoreo constante en cuidados intensivos.

Elevación de la presión sanguínea

La eclampsia se acompaña con cifras de presión sanguínea muy elevadas, por encima de 140/90 mmHg, comprobándose así que la hipertensión arterial tiene un papel fundamental en la aparición de las convulsiones.

De manera general, la eclampsia es una preeclampsia, que se complicó con la aparición de convulsiones y trastornos de la conciencia. Es una condición grave que pone en peligro la vida de la mujer y su bebé.

Por eso, ante la aparición de la primera convulsión, la embarazada debe recibir tratamiento rápido con el fin de evitar que la crisis se prolongue por varios minutos.

Causas de la eclampsia

A pesar de las investigaciones realizadas, las causas de la eclampsia todavía son desconocidas.

Los expertos en el tema piensan que se trata de una enfermedad que se origina por la combinación de varios aspectos como:

  • Factores genéticos
  • Problemas hormonales
  • Cambios inflamatorios en el cuerpo femenino
  • Alteraciones en el funcionamiento del corazón materno
  • Factores relacionados con la nutrición
  • Tipo de medioambiente al que se expone la embarazada
  • Desarrollo anormal de la placenta.

Lo cierto es que, todavía no existe una causa comprobada para la eclampsia.

Por eso, lo más saludable para una mujer con riesgo de eclampsia es llevar una vida alejada de los ambientes tóxicos, con una alimentación equilibrada y un seguimiento médico continuo.

De esta manera, se favorece el control de la presión arterial y el embarazo puede desarrollarse sin mayores complicaciones hasta la fecha señalada para el parto.

Tipos de eclampsia

Infografía con los tipos de eclampsia

Existen 3 tipos de eclampsia, que se clasifican según el momento en que aparecen las convulsiones en la embarazada:

  • Anteparto: como su nombre lo indica ocurren antes del momento del parto, generalmente alrededor de la semana 28, aunque pueden presentarse antes.
  • Intraparto: las convulsiones inician durante el proceso de parto, cuando la mujer está en el proceso de dar a luz al bebé.
  • Postparto: la eclampsia aparece 48 horas o más después de que la mujer ya salió del parto.

Es importante decir que, aunque la eclampsia generalmente desaparece pocas horas después del nacimiento del bebé, no sucede así con la preeclampsia.

Es decir, la mujer ya no tendrá convulsiones pero tiene que seguir cuidándose porque su presión arterial puede seguir elevándose hasta 6 semanas después del parto.

¿Cómo se diagnostica la eclampsia en el embarazo?

Para diagnosticar la eclampsia es necesario tener en cuenta los síntomas, signos y exámenes de laboratorio de la embarazada.

Síntomas y signos

La mujer debe haber tenido al menos una convulsión para que el especialista pueda diagnosticar la eclampsia. Dicha convulsión tiene que ocurrir como resultado de una preeclampsia complicada y no por otras enfermedades que comúnmente dan convulsiones.

En algunos casos, antes de convulsionar, la embarazada puede sentir que los síntomas de la preeclampsia están empeorando.

Es decir, la presión sanguínea se vuelve más difícil de controlar, empeora el dolor de cabeza, las náuseas y puede aparecer falta de aire.

No obstante, en otras ocasiones, la eclampsia no da síntomas de aviso y las convulsiones aparecen de forma inesperada.

Exámenes de laboratorio

Las pruebas de laboratorio también son importantes para el diagnóstico de la eclampsia. Por eso, el especialista indica los siguientes estudios:

  • Proteinuria de 24 horas: consiste en recolectar en un frasco estéril, la orina de la embarazada durante todo 1 día. Luego se lleva al laboratorio y se determina la cantidad de proteínas. Es positivo si las proteínas superan los 0,30 gramos en la muestra.
  • Análisis de sangre: se miden las plaquetas, que generalmente se encuentran bajas. También se analizan los valores de creatinina para tener una idea clara del funcionamiento de los riñones.

Además de los estudios antes mencionados, puede que tu especialista indique un perfil biofísico para conocer la salud de tu bebé y determinar si no ha sufrido por la eclampsia.

Es decir, el doctor buscará signos de sufrimiento fetal como disminución de los movimientos del bebé, pérdida de peso, crecimiento intrauterino retardado (CIUR) y otras alteraciones que pueden aparecer por la presión sanguínea elevada en la madre.

El perfil biofísico es un ultrasonido ideal para observar el cuerpo del feto, el líquido amniótico, los latidos cardíacos y otros aspectos importantes de su crecimiento.

Por eso, es muy utilizado para monitorear el desarrollo de los bebés en embarazos de riesgo.

Es probable que el doctor también indique los siguientes estudios de sangre:

  • AST y ALT: también conocidas como TGO y TGP, son enzimas que permiten medir el funcionamiento del hígado.
  • Hemoglobina: el recuento de glóbulos rojos (eritrocitos) es importante en la mujer embarazada con eclampsia, sobre todo para diagnosticar a tiempo el síndrome de HELLP que comentaremos más adelante.

Complicaciones de la eclampsia

Las complicaciones generadas por la eclampsia se pueden dividir en dos grupos: las que afectan directamente a la mujer y las que repercuten en la salud del feto.

Complicaciones para la mujer

Una embarazada con eclampsia tiene mayores probabilidades de presentar varios problemas de salud como resultado de las convulsiones y la presión sanguínea elevada. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Desprendimiento prematuro de la placenta: es decir la placenta se separa del útero antes de la fecha del parto. Esto ocasiona sangramiento en la embarazada.
  • Alteraciones en la coagulación de la sangre: los niveles bajos de plaquetas, favorecen que, de ocurrir un sangrado, el cuerpo demore más en controlarlo.
  • Síndrome de HELLP: es muy peligroso y se caracteriza por enzimas del hígado elevadas (AST y ALT), valores de plaquetas disminuidos y ruptura de glóbulos rojos.
  • Accidentes vasculares del cerebro: las embarazadas con eclampsia y síndrome de HELLP tienen más riesgo de complicarse con hemorragias en el cerebro.
  • Coma: es un estado grave donde la gestante parece estar dormida, pierde la relación con el medio que la rodea y tampoco sabe nada de sí misma.
  • Parto antes de tiempo: las probabilidades de parto pretérmino aumentan en la embarazada con eclampsia, lo que puede traer riesgos para la madre y el feto.

Complicaciones para el bebé

Por otro lado, el bebé que crece en el vientre de la mujer con eclampsia también puede presentar efectos negativos. Ten en cuenta que su estado de salud depende de los nutrientes y el oxígeno que recibe a través de la placenta.

Si la madre convulsiona y tiene la presión arterial elevada, el funcionamiento de la placenta empeora. Como resultado, el bebé no recibe la cantidad de sangre suficiente que necesita para crecer y desarrollarse adecuadamente.

Entre las complicaciones que pueden aparecer en el feto de una embarazada con eclampsia se encuentran:

  • Falta de oxígeno y nutrientes: durante una convulsión la mujer no puede respirar bien y el oxígeno que llega al feto es muy poco para cubrir sus necesidades vitales.
  • Nacimiento prematuro: el inicio del parto antes de tiempo es peligroso, sobre todo si el bebé es muy pequeño y sus pulmones todavía no están bien desarrollados.
  • Muerte fetal: gracias al tratamiento especializado que existe en la actualidad, es muy raro que ocurra. No obstante, existe la posibilidad ante un desprendimiento de placenta severo.

Las complicaciones de la eclampsia se pueden prevenir si la mujer se cuida y asiste a todas las consultas programadas por su especialista.

Tratamiento de la eclampsia

La embarazada con eclampsia necesita atención médica inmediata para que deje de convulsionar lo antes posible y así evitar daños en su organismo y en el bebé. El tratamiento ideal para estabilizar a la mujer incluye:

  • Anticonvulsivantes: el medicamento más utilizado para frenar las convulsiones en la embarazada es el sulfato de magnesio, pero también se pueden utilizar el lorazepam y el diazepam.
  • Antihipertensivos: las medicinas como el labetalol y la hidralazina para bajar la presión sanguínea son esenciales en el tratamiento de la eclampsia. Se inyectan para conseguir efectos más rápidos, ya que las tabletas actúan más lento.
  • Programación del parto: se planifica lo antes posible, porque después de que el bebé nace, ya la madre tiene menos riesgo de convulsionar.

 

La eclampsia se puede prevenir

Las mujeres con diagnóstico de presión sanguínea elevada deben cuidarse bien y seguir las indicaciones de su médico. Ten en cuenta que, la eclampsia se puede evitar con un seguimiento especializado estricto.

En FertilT tenemos experiencia con embarazos de alto riesgo y sabemos lo importante que es prevenir la eclampsia. Agenda una cita con nosotros, podemos ayudarte.

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Ninguna valoración todavía)
Cargando…


Búscanos en:

Especialidades Médicas

  • Fertilidad
  • Ginecología
  • Obstetricia
  • Genética

FertilT todos los derechos reservados 2023