Inseminación Intrauterina: Qué es y cómo se hace el procedimiento

 

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La inseminación intrauterina es un tipo de inseminación artificial que consiste en colocar el semen directamente en el útero de la mujer, con el objetivo de lograr el embarazo.

Se trata de un procedimiento muy utilizado en clínicas de fertilidad de todo el mundo, ya que facilita la fecundación y con ello, las oportunidades de tener hijos.

Si llevas un año intentando el embarazo y aún no lo logras, te sugerimos buscar atención médica especializada, la inseminación intrauterina podría ser una opción de tratamiento para ti.

¿Cómo es la inseminación intrauterina? ¿En qué consiste?

Pasos de la inseminación intrauterina en infografía verde

La inseminación intrauterina es un proceso que se realiza en 4 pasos fundamentales: estimulación ovárica, preparación del esperma, colocación del semen en el útero (inseminación) y prueba de embarazo.

1. Estimulación ovárica

Esta fase es clave para el procedimiento de inseminación intrauterina. Su objetivo es hacer que el cuerpo de la mujer produzca la mayor cantidad de óvulos maduros posible y, de esta manera, aumentar las probabilidades de embarazo.

Normalmente, en los ovarios existen unas estructuras conocidas como folículos ováricos que “guardan” en su interior a los óvulos.

Cada mes, las hormonas femeninas estimulan el crecimiento de entre 10 y 20 folículos para que ocurra la ovulación, que no es más que la liberación de un óvulo maduro (a veces dos) hacia la trompa de Falopio.

Si la mujer tiene relaciones sexuales durante la ovulación (aproximadamente entre los días 11 y 14 después de la menstruación), es muy probable que ocurra el embarazo, ya que los espermatozoides se desplazarán desde la vagina hasta las trompas de Falopio y, uno de ellos, se unirá al óvulo para fecundarlo.

Pero, si la mujer tiene problemas para ovular es muy difícil que ocurra el embarazo. Es por ello que, se realiza la estimulación ovárica para favorecer la liberación de al menos un óvulo maduro y así favorecer la fecundación.

Con ese objetivo, se indican inyecciones de las hormonas luteinizante (LH) y foliculoestimulante (FSH), que son hormonas muy similares a las que produce el cuerpo femenino de forma natural para estimular la ovulación.

Generalmente, este tratamiento con inyecciones inicia entre el primer y tercer día de la menstruación.

Tu doctor te indicará un ultrasonido antes de la primera inyección de hormonas para observar el estado de tus ovarios, los cuales deben de estar en reposo en ese momento del ciclo menstrual.

Casi siempre, la estimulación ovárica consiste en una inyección diaria y el tratamiento completo puede durar entre 8 o 13 días.

Es muy probable que tú misma te inyectes, ya que en la clínica de fertilidad te enseñan cómo hacerlo. Ten en cuenta que las jeringas para este procedimiento son muy pequeñas y casi no producen dolor.

Durante el tiempo que dure la estimulación ovárica tendrás consultas frecuentes, estudios de sangre y ultrasonidos para evaluar cómo se están desarrollando tus folículos ováricos y hacer ajustes en el tratamiento, si fuera necesario.

2. Preparación del esperma

La preparación del semen se realiza el mismo día de la inseminación intrauterina. Este proceso se realiza con el objetivo de elegir los espermatozoides óptimos para la fecundación.

Es importante aclarar que el semen puede tener dos orígenes fundamentales: que la muestra sea de la pareja masculina o que proceda de un donante. Por tanto, la preparación de la esperma varía según el caso:

  • Semen de la pareja: el hombre debe acudir a la clínica de fertilidad el día de la inseminación intrauterina. Allí se le ofrece un frasco estéril para que deposite el semen obtenido mediante masturbación. Luego, la muestra se procesa en el laboratorio para seleccionar los mejores espermatozoides.
  • Semen de donante: se descongela la esperma del donante el día de la inseminación intrauterina. Una vez descongelada la muestra, se realiza el mismo proceso de selección de espermatozoides utilizado para el semen de la pareja.

En todos los casos de inseminación el semen se evalúa en el laboratorio, donde se desechan los espermatozoides con:

  • Poca movilidad
  • Muertos
  • Con dos o más cabezas
  • Cola doble o triple.

También se elimina el líquido seminal, de manera que la muestra sea un concentrado de espermatozoides óptimo para introducir en la cavidad uterina y aumentar las probabilidades de embarazo.

Independientemente del origen del semen, la preparación del esperma siempre cumple con el mismo objetivo, que es obtener los espermatozoides con características óptimas para la fecundación.

3. Colocación del semen en el útero

Esta etapa es la inseminación propiamente dicha. Se realiza con la mujer acostada en una cama o camilla especial para procedimientos ginecológicos.

La mujer debe tener las piernas abiertas y las rodillas semiflexionadas para que el especialista pueda ver los genitales y realizar la inseminación con facilidad.

Para ello, se coloca un espéculo, que es un dispositivo que permite abrir la vagina para acceder al útero.

Luego, tu doctor usará un tubo fino estéril, conocido como cánula, para introducir los espermatozoides y colocarlos en el fondo del útero.

Una vez colocadas las células masculinas en la cavidad uterina, retira suavemente la cánula y el espéculo.

Esta etapa de la inseminación intrauterina no duele y las mujeres la comparan con las molestias comunes de una revisión pélvica.

Al terminar la colocación del semen, debes quedarte de 15 a 20 minutos en reposo y luego puedes incorporarte a tu vida normalmente.

No obstante, es muy probable que tu doctor te sugiera evitar ejercicios o hacer actividades que impliquen movimientos bruscos e intensos.

4. Prueba de embarazo

Después de realizada la inseminación intrauterina, debes esperar dos semanas aproximadamente para saber si el tratamiento ha sido efectivo y existe un bebé creciendo en el útero.

Por tanto, 15 días después de la inseminación, se hace un test de embarazo en orina y otro en sangre, ya que este último es más efectivo.

Es importante realizar el test de embarazo en el momento indicado para evitar errores en el resultado de la prueba. Así que, te sugerimos tener paciencia y hacer todo como tu médico te lo indique.

¿Cuándo se recomienda la inseminación intrauterina?

La inseminación intrauterina es el tipo de inseminación recomendada cuando existe un conteo bajo de espermatozoides o cuando hay problemas de movilidad en dichas células.

Pero, también es un tratamiento efectivo en los siguientes casos:

  • Mujeres que tienen el moco cervical (secreciones del cuello uterino) muy espeso, que dificulta el traslado de los espermatozoides desde la vagina hacia el útero.
  • Sinequias uterinas o adherencias que dificultan el trayecto de los espermatozoides hasta el óvulo.
  • Cicatrices en el cuello del útero (cérvix).
  • Hombres con problemas para eyacular. Un ejemplo es la eyaculación retrógrada, condición en la cual el semen se introduce en la vejiga del hombre, en lugar de salir por el pene.
  • Inseminación con semen de donante.
  • Infertilidad femenina por endometriosis.
  • Alergia al semen.
  • Infertilidad de causa desconocida.

¿Cuáles son las tasas de éxito en la inseminación intrauterina?

Las tasas de éxito de la inseminación intrauterina van del 3% al 25% por ciclo. Los factores que más influyen en este resultado son:

  • Edad de la mujer: las mujeres menores de 30 años son las que tienen más probabilidades de lograr el embarazo. No obstante, el tratamiento también es efectivo para aquellas que sobrepasan los 40 años de edad, aunque en menor porcentaje.
  • Tipo de infertilidad: las tasas de éxito también varían según la causa de la infertilidad que afecta a cada persona o pareja en particular.
  • Cantidad de ciclos realizados: los resultados de la inseminación intrauterina mejoran con la cantidad de ciclos realizados, pudiendo llegar a un 50% en el cuarto intento.

Por tanto, si realizas un tratamiento de inseminación intrauterina y no quedas embarazada, no desistas, las probabilidades de lograrlo aumentan si lo sigues intentando hasta 3 veces más.

La inseminación intrauterina es un tratamiento efectivo para tratar la infertilidad

Actualmente, existen muchas opciones para que personas o parejas con infertilidad puedan tener hijos.

Los tratamientos avanzados como la inseminación intrauterina y la fecundación in vitro están cambiando para bien la vida de muchas personas con problemas de fertilidad.

Si tienes dificultades para lograr el embarazo, agenda una cita con nosotros, podemos ayudarte.

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